Tal como avanzamos al final del post del doblete nos queda por manifestar nuestra opinión sobre la otra cara de los conciertos, lo que podríamos denominar "el entorno alrededor de la actuación".
Hay que valorar enormemente el esfuerzo personal de muchas personas seguidoras, en este caso de Daniel, que se desplazan desde sus lugares de residencia hasta el lugar del concierto con el consiguiente coste económico, inversión temporal de viajes, alojamientos en muchos casos, etc.
Sin ir más lejos al reciente concierto de Quinto se desplazaron personas desde Alicante, Barcelona, Bilbao, La Coruña, Madrid, Mallorca, Valencia, etc. (seguro que olvidamos involuntariamente algún punto de origen más).
Todas esas personas, unidas a las que acudimos desde Zaragoza y provincia tienen en común el cariño personal y la admiración artística hacia Daniel Zueras.
Obviamente lo estrictamente profesional es la actuación musical propiamente dicha y ahí teóricamente se inicia y termina el compromiso.
Sin embargo, más allá de eso, a estas personas les agrada y satisface enormemente poder compartir con Daniel un saludo, autógrafo, foto o simplemente un gesto de complicidad que muchas veces casi se le "exige" con independencia de su estado anímico o punto de concentración antes, durante y después de las actuaciones.
Ultimamente, algunos gestos de "organizadores" en sentido amplio y siendo que siempre hemos intentado interferir y molestar lo menos posible, hacen reconsiderarnos esta cuestión y personalmente ante gestos inapropiados, indiferencia, dificultades y obstrucciones innecesarias y fuera de lugar y discriminaciones absurdas hemos decidido de ahora en adelante centrarnos única y exclusivamente en la información profesional sobre Daniel hasta que nuestras posibilidades nos lo permitan (que se facilite por él mismo o a través de los conductos oficiales, organizadores de los eventos o medios de comunicación) permaneciendo al margen de cualquier otra cuestión.
En otro orden de cosas, en nuestra humilde y modesta opinión, consideramos inútiles e incluso contraproducentes campañas de llamadas o correos masivos a Instituciones u Organismos para tratar de convencer por insistencia a éstos de la participación o contratación de Daniel.
El propio entorno artístico de Daniel rogó en tiempos pasados el cese de estas gestiones incontroladas por perjudicar a Daniel.
Además, en cada ciudad se sabe y se puede valorar las opciones y vías más apropiadas para favorecer a Daniel y actuando desde la distancia y el desconocimiento lo más probable es que se den arriesgados pasos en falso.
Hay que valorar enormemente el esfuerzo personal de muchas personas seguidoras, en este caso de Daniel, que se desplazan desde sus lugares de residencia hasta el lugar del concierto con el consiguiente coste económico, inversión temporal de viajes, alojamientos en muchos casos, etc.
Sin ir más lejos al reciente concierto de Quinto se desplazaron personas desde Alicante, Barcelona, Bilbao, La Coruña, Madrid, Mallorca, Valencia, etc. (seguro que olvidamos involuntariamente algún punto de origen más).
Todas esas personas, unidas a las que acudimos desde Zaragoza y provincia tienen en común el cariño personal y la admiración artística hacia Daniel Zueras.
Obviamente lo estrictamente profesional es la actuación musical propiamente dicha y ahí teóricamente se inicia y termina el compromiso.
Sin embargo, más allá de eso, a estas personas les agrada y satisface enormemente poder compartir con Daniel un saludo, autógrafo, foto o simplemente un gesto de complicidad que muchas veces casi se le "exige" con independencia de su estado anímico o punto de concentración antes, durante y después de las actuaciones.
Ultimamente, algunos gestos de "organizadores" en sentido amplio y siendo que siempre hemos intentado interferir y molestar lo menos posible, hacen reconsiderarnos esta cuestión y personalmente ante gestos inapropiados, indiferencia, dificultades y obstrucciones innecesarias y fuera de lugar y discriminaciones absurdas hemos decidido de ahora en adelante centrarnos única y exclusivamente en la información profesional sobre Daniel hasta que nuestras posibilidades nos lo permitan (que se facilite por él mismo o a través de los conductos oficiales, organizadores de los eventos o medios de comunicación) permaneciendo al margen de cualquier otra cuestión.
En otro orden de cosas, en nuestra humilde y modesta opinión, consideramos inútiles e incluso contraproducentes campañas de llamadas o correos masivos a Instituciones u Organismos para tratar de convencer por insistencia a éstos de la participación o contratación de Daniel.
El propio entorno artístico de Daniel rogó en tiempos pasados el cese de estas gestiones incontroladas por perjudicar a Daniel.
Además, en cada ciudad se sabe y se puede valorar las opciones y vías más apropiadas para favorecer a Daniel y actuando desde la distancia y el desconocimiento lo más probable es que se den arriesgados pasos en falso.